Los recubrimientos de gran calidad exigen unas condiciones de proceso óptimas. Solo mediante una precisa y reproducible determinación de los parámetros relevantes para el proceso, de la concentración de sulfato de níquel y de hipofosfito, así como de la alcalinidad, esto es, la capacidad del agua de neutralizar ácidos, se pueden realizar dosificaciones posteriores de los componentes usados para el baño y, de ese modo, garantizar una óptima ejecución del proceso.