Para reducir los efectos tóxicos del cadmio en los riñones, el esqueleto y el sistema respiratorio, así como los efectos neurotóxicos del plomo, los valores de referencia provisionales de las "Directrices para la calidad del agua potable" de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se establecen en una concentración máxima de 3 µg/L para el cadmio y 10 µg/L para el plomo.

La potente técnica de voltamperometría de redisolución anódica (ASV, por sus siglas en inglés) en el electrodo de Glassy Carbon modificado con película de mercurio ex situ es más que suficiente para monitorizar el cumplimiento de las directrices propuestas por la OMS para el Cd y el Pb en el agua potable. La principal ventaja radica en la ultra alta sensibilidad de este método. Con un tiempo de depósito de 30 s, se puede alcanzar un límite de detección para β(Cd) = 0,02 μg/L y β(Pb) = 0,05 μg/L. El rango lineal para ambos elementos sube a aproximadamente 50 μg/L usando el mismo tiempo de deposición. La capacidad de volver a enchapar la película de mercurio permite una regeneración rápida y fácil del sensor. Este método es el más adecuado tanto para sistemas manuales como automatizados, lo que permite la determinación en una serie de muestras compuesta por un número bajo o medio de muestras.

El método es adecuado para la determinación de cadmio y plomo en concentraciones de hasta 25 µg/L. El límite de detección para un tiempo de depósito de 30 s es de aproximadamente 0,02 µg/L para cadmio y 0,05 µg/L para plomo.

Boletín de aplicaciones 241: Determinación de cadmio y plomo mediante voltamperometría de redisolución anódica en un electrodo de película de mercurio