La cromatografía líquida de alta resolución (HPLC) y la cromatografía iónica (CI) se utilizan comúnmente en los sectores farmacéutico, alimentario y medioambiental para analizar muestras de componentes específicos y verificar el cumplimiento de normas y estándares. Sin embargo, los usuarios de la HPLC pueden encontrarse con las limitaciones de esta técnica, por ejemplo, al analizar aniones estándar o ciertas impurezas farmacéuticas. Este documento técnico describe cómo se pueden superar estos retos con la CI.