Los sulfitos son aditivos muy conocidos que se utilizan en alimentos y bebidas para prolongar la vida útil y conservar los colores. Debido a estas propiedades, los sulfitos se utilizan ampliamente en una serie de productos alimenticios como frutas, cereales, verduras, mariscos, zumos, bebidas alcohólicas y sin alcohol (refrescos) y en algunos productos cárnicos. El término "sulfitos" describe un grupo de moléculas que incluye el dióxido de azufre (SO2) y moléculas químicamente relacionadas como el sulfito sódico (Na2SO3), bisulfito sódico (NaHSO3), o disulfito sódico (Na2S2O5).
El consumo de sulfitos ha sido relacionado con varias reacciones adversas, por lo que los sulfitos están incluidos en la lista del Codex Alimentarius de la FAO/OMS. Es necesario etiquetar el contenido de sulfitos en alimentos y bebidas cuando la concentración total supera los 10 mg/kg. La cromatografía iónica de Metrohm permite medir de forma fiable el sulfito en diferentes matrices utilizando la conductividad o la detección amperométrica. El hecho de incluir pasos automatizados de preparación y limpieza de muestras con los aparatos de Metrohm ahorra tiempo adicional al analista y ayuda a aumentar el número de muestras.